Toma.
Toma
uno de mis brazos
que
tanto te abrazaron
toma
mi espíritu mellado
y
el beso puro abandonado.
Toma
mi corazón arrebatado
mis
ojos secos y dolidos,
y
labios ya desquebrajados
toma
una de mis manos
¡Aaahh!...
que tanto te tocaron.
Toma
todas mis lágrimas
para
llorar nunca más,
llévate
contigo las angustias
las
risas, las sonrisas.
Viviré
de melancolía
sin
tristezas ni alegrías
diciendo
¡Adiós! Alma mía
con
el brazo que tanto te quería
con
la mano que fue tú preferida.
Y
yo que siempre alucinaba
buscaré
en el cielo madrugadas
para
que me hagan compañía.